Actualizado febrero 8, 2019
Los gatos son muy similares a los seres humanos en cuanto a sus temores, ya que suelen temer a lo mismo que las personas temen. En este sentido, al percibir ciertas situaciones como amenazas, que atientan contra su existencia, probablemente tiendan a huir y refugiarse en un lugar que ellos consideran seguros.
Generalmente los gatos tienden a asustarse por lo mismo, siendo las tormentas, los ruidos fuertes, ambientes extraños, nuevos animales o personas desconocidas, las situaciones privilegiadas por las que huyen para protegerse.
También puede suceder que aparezcan las fobias y ansiedades en ellos, que no son considerados una enfermedad en sí misma, sino un signo que puede estar presentes en diversas patologías de origen etológico.
De acuerdo con esto, es importante realizar una consulta con el médico veterinario para que pueda establecer un diagnóstico etiológico. Éste último se da a partir de realizar un exámen clínico completo, en el cual se análiza sus comportamientos y la presencia o no de causas orgánicas.
En caso de confirmar una patología, el tratamiento consta de una conjunción entre terapias comportamentales y terapias farmacológicas. Ésta última logra que los resultados obtenidos a partir de la primera puedan perdurar en el tiempo, y no desaparecer cuando finaliza el tratamiento.