Actualizado agosto 15, 2019
Son muchos los dueños que están acostumbrados a vivir con sus perros y aseguran que ellos reconocen cada uno de sus gestos y logran detectar cuando ellos están tristes como cuando están contentos. Algunos consideraban a estos como amantes de perros, que sólo hablaban de su amor y que lo que decían era poco probable. Sin embargo, en verdad ellos tenían razón, y esto se ha comprobado científicamente. De hecho, fueron austríacos los científicos que revelaron que los perros pueden comprender las expresiones gestuales de sus dueños, y así discernir si se encuentra contento o enojado. Es más, esta diferenciación también pueden hacerla con personas que nunca han conocido. A continuación te contamos más de cómo los perros pueden reconocer las expresiones de los humanos y cómo perciben las emociones de sus dueños.
Los perros pueden distinguir las expresiones de sus dueños y desconocidos
Aquellos perros que están acostumbrados al contacto con los seres humanos, han desarrollado la capacidad de distinguir entre las distintas expresiones en los rostros de las personas, sean sus dueños o no, y así inferir su estado de ánimo.
El proceso de domesticación de los perros comenó hace 15000 años en el LejanoOriente, desde donde luego fueron llevados a todo el mundo. Al comenzar con la domesticación tal vez esta habilidad de los canes tal vez pudo haber sido causa de una selección natural. Aunque esto no ha sido comprobado. La cuestión es que los perros tienen la capacidad de percibir las emociones de los seres humanos.
Estudios científicos comprobaron que los perros perciben las emociones de las personas
Otros estudios realizados anteriormente, habían podido comprobar que los perros atienden al rostro de los seres humanos y a los cambios en este, es decir a sus distintas expresiones. En esto lo que les permite poder distinguir entre un rostro que nunca han visto y otro que ya le hes conocido.
El estudio realizado recientemente por los científicos austríacos, que tiene como autor de esta investigación al señor Ludwig Huber, se abocó a estudiar la percepción de los perros. Para ello, usaron como estímulo de la prueba, la parte siperior de rostros de personas, que algunas eran rostros alegres y otros rostros enojados. Estos eran exhibidos en una pantalla táctil y se les enseñaban a los perros, donde ellos debían reconocer qué rostros estaban indicando alergía y cuáles enojos. Si acertaban en su decisión, los perros recibian un premio. Luego, estos mismos animales, deben reconocer estos mismos gestos en otros retratos.
Con este procedimiento, los científicos a cargo del estudio se aseguran de que los perros se orientan por las expreciones faciales y no tanto por los ojos.
Resultado del estudio científico
El estudio tuvo como resultado que los perros efectivamente pueden diferenciar cuando el rostro de un ser humano está enojado o está demostrando alegría. A su vez, se identificó que hay algunos signos que indican que los perros asocian al rostro que tiene expresiones de alegría con algo positivo y bueno, y relacionan las expresiones de enojo como algo negativo.
Otro de los resultados que arrojó este estudio a cargo de los científicos austríacos, fue que los perros que primeramente reconocieron los rostros que indicaban enojo, posteriormente fueron aprendiendo más lento. Esto se lo relaciono, como que estos animales, anteriormente en su vida han pasado por experiencias y situaciones, en las que han aprendido que las personas que están enojadas, es mejor tenerlas más lejos, porque definitivamente no se podría sacar algo bueno de allí.
Conclusiones
Finalmente, para ir cerrando este artículo en el día de hoy, vale aclarar que los dueños experimentados de perros efectivamente tenían razón en esto de que sus mascotas podrían identificar cuando ellos estaban enojados o estaban tristes. Al fin, parece que los perros cada vez están más humanizados, al punto de que pueden lograr identificar las expresiones faciales de sus dueños y no olvidemos, que también pueden hacerlo con personas que nunca han conocido. Para finalizar, no simplemente las identifican, sino que además obran en consecuencia, porque asocian un rostro enojado, con algo no tan bueno, y un rostro alegre, con algo más bueno y positivo. Definitivamente los perros perciben las emociones de las personas.