Actualizado agosto 15, 2019
Es muy común ver que cuando las personas sacan a pasear a sus perros los hechos muestran el caso inverso, es decir que los perros llevan a pasear a sus dueños porque tiran de la corera. Esto es uno de los males más frecuentes dentro de la conducta de los perros y se debe a un comportamiento mal aprendido, ya que todo lo que nuestros perros hacen se deben a conductas que han aprendido. Esto implica decir que todo lo que ellos aprenden es consecuencia de la educación de sus dueños, por lo que cuando ellos tienen malos comportamientos se debe a una mala educación por parte de nosotros. Dicho esto en lo que sigue te dejamos una serie de tips para que tu perro no tire de la correa en los paseos.
Lo ideal sería que desde el primer paseo, el perro sepa que está en manos de su lider, y por lo tanto no hará intento de imponer su voluntad, que se manfiiesta con los tirones que hace de la correa.
Ponerle a tu perro la correa antes de salir a la calle
Este paso es esencial porque probablemente en el momento donde se le pone la correa, el perro se pone muy ansioso y se excita por el hecho de que sabe que llegó el momento del paseo. Esto es un comportamiento totalmente normal en todos los perros, pero lo que debemos hacer es demostrarle uqe hasta que no logre estar con calma no se empezará con el paseo. Así lograremos que el pueda asociar los paseos como tranquilidad y no con ansiedad y excitación.
Ir a pasear con tu perro a lugares tranquilos y solitarios
Esto de comenzar a ir a lugares más bien tranquilos, donde no haya muchos perros y otras cosas que puedan distraerlo, tiene que ver con un ejercicio a implementar. Este ejercicio consiste en marcar en la superficie una línea que debemos atravesar con nuestro can pasando al mismo tiempo, sin que él tire de la correa. Para lograrlo, debemos acompañar este ejercicio con una conducta que es muy eficaz en el aprendizaje de los perros y que recibe el nombre de bloqueo positivo.
Esto consiste en caminar por la línea recta con nuestra mascota. Cuando éste comience a tirar de la correa y quiera desviarse del camino tomando una dirección alternativa que no es la línea que diseñamos, lo que el dueño debe hacer es quedarse quieto sin tirar de la correa, solo dejando el brazo firme para que el perro no pueda continuar. Esta firmeza y quietud la debemos sostener por unos segundos hasta que el perro por su propia voluntad o bien de casualidad vuelva a la línea recta. Es recién en este momento que iremos aflojando la firmeza del brazo y así continuamos junto con el perro, que siemper debe avanzar al lado nuestro.
Para obtener buenos resultados, lo ideal sería realizar este ejercicio a menudo, para que a medida que se van consiguiendo los resultados esperados, éstos pueden ir consolidándose. Lo ideal es hacerlo con una frecuencia de tres a cinco veces semanales, con una duración de treinta minutos. Con el correr de los días, de a poco iremos notando como nuestra mascota está menos caprichoso en tirar de la correa e imponer su voluntad.
Por último, para terminar, no es aconsejable el uso de correas extensibles, porque con estas el perro indudablemente no irá en la misma línea que nosotros, por lo que si se quiere realizar lo recomendado hasta aquí, será totalemente imposible.