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Cómo debe ser la alimentación de las mascotas mayores o adultas

Actualizado agosto 15, 2019

El tiempo no sólo nos hace crecer a nosotros, sino también a nuestras mascotas. Cuando éstas se hacen mayores, comienza el desarrollo de un conjunto de problemas de salud que son propios y de la edad, en tanto están relacionados con ésta.Si bien el grado de energía en las mascotas comienza a disminuir con la vejez, en otras mascotas esto no es así, ya que conservan el mismo nivel de energía propio de la juventud. Esto complica el poder discernir claramente cuando las mascotas están mayores efectivamente, y por ende que ya necesitan de cuidados y atención específica.

En términos generales, se considera que un perro es mayor cuando tiene una edad entre 7 y 12 años ( esto es distinto en los perros de razas grandes, que son considerado mucho antes mayores, caso contrario de lo que sucede con los perros de razas pequeñas ).

Los gatos se consideran mayores cuando tienen una edad de 10 años aproximadamente. Una de las cosas más fáciles que podemos hacer por ellos en esta etapa de su vida, es considerar un cambio en su dieta, ya que de esta manera podemos colaborar para que puedan mantenerse sanos y felices.

La alimentación y los cambios en la composición corporal

Tanto en los perros como en los gatos mayores, se comienza a ver cambios en relación a su composición corporal. Esto puede explicarse porque se da una disminución de sus tasas metabólicas y además en parte corresponde a una disminución de los músculos ( masa corporal magra ) y porende el respectivo aumento de grasa corporal. Todo esto bajado a un lenguaje cotidiano, implica que aunque nuestras mascotas coman lo mismo, probablemente aumenten de peso.

Según distintos estudios, el aumento de peso, se debe a que en la edad adulta comienza a haber una menor capacidad para metabolizar las grasas, lo que hace que las grasas que se consumen habitualmente como parte de la dieta, pasar por el animal sin ser utilizadas o descompuestas.

NO reducir la cantidad de alimentos

Frente a estos cambios en su peso, probablemente la primer reacción de los dueños sea reducir la cantidad de alimento que a menudo le ofrecemos a nuestra mascota. Sin embargo, esto no es del todo conveniente, ya que no apunta a disminuir la cantidad de grasa que nuestra mascota consume, sino por el contrario, reducimos la proporción de grasa disponible para que el animal pueda usar.

Cambio en la dieta en mascotas mayores

Una buena opción para alterar la cantidad de grasa que el animal está consumiendo es cambiar la calidad de la grasa, dado que de esta manera aseguramos que la grasa que va a ingerir, va a ser consumida adecuadamente, es decir, va a ser utilizada. Un ejemplo de grasas de buena calidad son aquellas que son fuente de ácidos grasos esenciales y que son altamente digerible.

Las compañías de alimentos para mascotas suelen reducir la proporción de calorías que se aportan por la grasa, para compensar el aumento de las grasas digeribles. Esto colabora para reducir la densidad energética de la dieta, lo que es ideal para las mascotas mayores, que están menos activos.

NO reducir los niveles de proteínas en las dietas

Reducir los niveles de proteínas en las dietas para las mascotas mayores es un error, sin embargo, las necesidades de proteínas no disminuyen con la edad ( hecho corroborado por distintos estudios ). Generalmente la disminución de las proteínas está del lado de reducir la insufiencia renal, pero cuando tu mascota tiene este tipo de problemas, probablemente se deba cambiar un alimento bajo en calorías, pero este cambio va a estar guiado por un veterinario que haya chequeado.